STATEMENT
My artistic practice investigates the processes of transformation, perception, and memory from a perspective that integrates biological, philosophical, and urban references.
I am interested in how internal experiences manifest in material things, and how objects, emotions, spaces, and memories construct fragmented realities.
My early exposure to medicine and biology, through my family environment, developed a sensitivity toward microscopic structures and organic patterns. This interest is manifested in my works through the use of circles, fragmented textures, and compositions that function as units of partial observation, in relation to the notion of microcosm and macrocosm.
My approach is linked to theories of complexity such as those developed by Edgar Morin, which posit that only through the analysis of fragments is it possible to approach an understanding of the whole.
I also incorporate references from Indian philosophy, as the theory of the Gunas, which describes the mutable nature of matter and the transformative effort of living beings.
I recognize this research as a guide to understanding the self through the observation of the body and movement, assuming the role of observer.
In my work, these interests are translated into the use of disposable materials, residual objects, and mixed media that combine painting, assemblage, and collage. I work with compositions based on fragmentation, employing minimal forms, organic textures, and circular structures that evoke a partial perception of reality.
In some of my series, such as We all come from the stars (2021), as well as in some interventions in public space, such as SPANDA (2022), where through elements such as mirrors, windows, polyptychs, or portals, I create conditions in which the viewer can interact with the pieces.
At the same time, silhouettes contrast with these patterns by introducing simple, concrete forms. I integrate minimalist figures that symbolically encapsulate the complexity of a society.
The choice of formats, ranging from intimate pieces to large-scale murals, responds to the need to explore how individual structures fit into larger contexts. This relationship between scale, perception, and memory connects my work with contemporary practices such as those of Rachel Whiteread and Tomás Saraceno.
I believe that each place, object, or image operates as an access point for observing the processes of change, resilience, and impermanence that permeate both human experience and living systems.
POSTURA CRÍTICA
Mi práctica artística investiga los procesos de transformación, percepción y memoria desde una perspectiva que integra referencias biológicas, filosóficas y urbanas. Me interesa cómo las experiencias internas se manifiestan en lo material, y cómo los objetos, las emociones, los espacios y los recuerdos construyen realidades fragmentadas.
El contacto temprano con la medicina y la biología, a través de mi entorno familiar, desarrolló en mí una sensibilidad hacia las estructuras microscópicas y los patrones orgánicos. Este interés se manifiesta en la construcción de mis obras mediante el uso de círculos, texturas fragmentadas y composiciones que funcionan como unidades de observación parcial, en relación con la noción de microcosmos y macrocosmos.
Mi aproximación se vincula con teorías de la complejidad como las desarrolladas por Edgar Morin, que plantean que solo a través del análisis de los fragmentos es posible acercarse a la comprensión del todo.
También incorporo referencias de la filosofía india, como la teoría de los Gunas, que describe el carácter mutable de la materia y el esfuerzo transformador de los seres vivos.
Reconozco esta investigación como una guía de conocimiento del ser a través de la observación del cuerpo y del movimiento, asumiendo el rol de observador.
En mi obra, estos intereses se traducen en el uso de materiales desechables, objetos residuales y técnicas mixtas que combinan pintura, ensamblaje y collage. Trabajo con composiciones basadas en la fragmentación, empleando formas mínimas, texturas orgánicas y estructuras circulares que remiten a una percepción parcial de la realidad.
En algunas de mis series, como We all come from the stars, 2021, así como en algunas de mis intervenciones en espacio público, tales como, SPANDA 2022, en donde a través de elementos como espejos, ventanas, polípticos o portales, creo condiciones en las que al espectador puede interactuar con las piezas.
Al mismo tiempo, siluetas contrastan con estos patrones al introducir formas simples y concretas. Integro figuras minimalistas que, de manera simbólica, encapsulan la complejidad de una sociedad.
La elección de los formatos, que van desde piezas íntimas hasta murales de gran escala, responde a la necesidad de explorar cómo las estructuras individuales se integran en contextos más amplios. Esta relación entre escala, percepción y memoria vincula mi trabajo con prácticas contemporáneas como las de Rachel Whiteread y Tomás Saraceno.
Considero que cada lugar, objeto o imagen opera como un punto de acceso para observar los procesos de cambio, resiliencia e impermanencia que atraviesan tanto la experiencia humana como los sistemas de vida.